¿Porque la buena nutrición es importante para el aspecto emocional de las personas?
“Un aspecto esencial que pocos toman en cuenta es la relación que existe entre tomar desayuno y el humor con el que andamos el resto del día”.
Según las últimas investigaciones, está comprobado que la nutrición afecta la salud mental es por ello que una nutrición pobre nos lleva a exacerbar nuestras carencias emocionales y la nutrición óptima a tratarlas y prevenirlas.
Nuestra dieta no puede proveernos solo de lo básico para sobrevivir: debe ser altamente nutritiva y diseñada para las necesidades específicas de cada individuo, ya que pudiera darse el caso, que algunas personas tengan carencias desde su estado pre natal.
Usualmente encontramos una relación directa entre carencias emocionales y una nutrición pobre. Asimismo, vemos que también existe una relación directa con los problemas digestivos de las personas. Si nosotros incluimos a la nutrición, la dieta y la digestión, a nuestra caja de herramientas personales, cambiaremos para siempre la forma como aumentamos nuestra eficiencia y eficacia en nuestras propias vidas.
En la misma línea de investigación encontramos que existe, el hallazgo científico, en relación a que comidas con procesamiento de muchos preservantes, el azúcar refinado y gran cantidad de de los cereales refinados ocasionan también una serie de reacciones en nuestro sistema nervioso y alteran nuestro humor. Esto genera estados de inflamación en el organismo llegando a una falta de balance de los neuro transmisores.
Entendemos que es necesario el uso de preservantes para que los alimentos se mantengan la mayor cantidad de tiempo posible en buen estado; sin embargo si nos nutrimos solo con este tipo de alimentos encontraremos que tanto el cerebro como el resto del organismo no recibirá el alimento necesario para su funcionamiento óptimo. Al final de lo que se trata es de balancear nuestra nutrición.
La inflamación del organismo la encontramos relacionada con muchos casos de desórdenes psicológicos como por ejemplo la depresión. El aminorar la inflamación es fundamental para la cura de muchos de estos casos.
Algunos de los factores que causan inflamación en el cuerpo son:
El estrés
La baja calidad de alimentos que consumimos
La Inactividad física
La obesidad
El cigarrillo
El síndrome del colon irritable
El insomnio
Exposición a tóxicos
Deficiencia de vitamina D
Todos conocemos lo que sucede con la inflamación que ocurre cuando nos caemos o cortamos: el tejido se hincha y se enrojece y muy frecuentemente causa dolor. Esta es una respuesta inmunológica y natural del cuerpo que ayuda a curar las heridas. Una inflamación similar ocurre en el organismo; pero a diferencia del corte, esta no es visible. Adicionalmente, si esta respuesta inflamatoria en el cuerpo es crónica, las células inmunes permanecen en alerta todo el tiempo. Estas células producen proteínas: una de ellas es la citocina que contribuyen a la depresión y al desgaste de las células nerviosas. Las personas que experimentan depresión mayor tienen su nivel de inflamación por citocinas más alto que el común de las personas y por lo tanto un efecto negativo de la función neuro transmisora.
Algunas comidas como las azucares se convierten en disparadores de este tipo de inflamación y el nombre común con que se les conoce es “estresores nutricionales”. Otras comidas como los frutos cítricos (fresas, arándanos) y raíces como la cúrcuma y el kion bajan el nivel de inflamación del organismo. Estimular las citocinas antiinflamatorias puede mejorar la depresión y aumentar la capacidad de los medicamentos convencionales mediante la regulación de la producción de los inflamatorios.
El estrés es también causa de inflamación y depresión en todas las personas. La relajación minimiza la respuesta inflamatoria. La eliminación de azúcar ayuda a la estabilización del aspecto emocional, reduce la producción de citocina y por lo tanto reduce la inflamación sistémica. Esto aplica para todas las personas más allá de que tengan depresión o no. Entonces la idea es evitar comidas que nos inflamen e incrementar el consumo de comidas anti inflamatorias.
Es importante señalar que no existe una dieta que nosotros podemos considerar excelente; sin embargo debemos comprender que una buena nutrición es como nuestra gasolina diaria y que el proceso de metabolismo es el tiempo en el que cada uno de nosotros digiere los alimentos y quema los carbohidratos o la glucosa. Algunos quemamos los carbohidratos rápidamente y otros de forma lenta. Por lo tanto, debemos asegurarnos que diariamente nuestro cuerpo tenga la mezcla de combustible apropiado (carbohidratos, proteínas y grasas) pues sino nos damos cuenta de esto podríamos tener problemas digestivos como la fermentación, gases, reflujo, etc. En casos extremos si nuestra oxidación es muy alta y no comemos apropiadamente puede producirnos hasta problemas de gota. Adicionalmente encontramos que es importante periódicamente incluir en nuestra alimentación omegas y momentos de desintoxicación.
Para tener una buena nutrición tenemos que identificar si nosotros somos personas que metabolizamos los alimentos con facilidad, con lentitud o tenemos un balance. Al hablar de balance nos referimos a que tenemos que consumir proteínas, carbohidratos y grasas.
El que metaboliza fácil deberá consumir 50% de proteínas, 20% de carbohidratos y 30% de grasas. El que metaboliza lento 25% de proteínas, 60% de carbohidratos y 15% de grasas y el que metaboliza de manera balanceada deberá consumir 30% de proteínas, 40% de carbohidratos y 30% de grasas. Podemos identificar el tipo de nuestro metabolismo consumiendo vitamina C y Miacina. Si después de consumirlas tenemos una rápida reacción nuestro metabolismo será rápido. Nuestro metabolismo será lento cuando no presentamos casi reacción alguna y mixto cuando la reacción es manejable. Debemos tener en cuenta que nuestro metabolismo tiene también un componente genético.
Concluimos entonces que una alimentación que es rica en proteínas, frutas, nueces, semillas, legumbres y granos provee una nutrición adecuada para nuestra actividad mental y emocional y beneficia a casi todas las personas. Las nueces y semillas especialmente granos como quinua son fuente de proteína. Dependiendo de la química de cada persona, se puede continuar con una dieta vegetariana sin agregar carnes. El éxito de una buena alimentación basada en verduras es asegurarse de consumir complementos que ofrezcan proteínas.
Las personas que están deprimidas, apáticas, ansiosas o proclives a los ataques de pánico y que coincidentemente tengan una dieta puramente vegetariana se sugiere que incluyan proteínas animales en sus dietas.
Dra. Nolly Cole